Recientemente el licenciado Felipe Calderón sometió dos iniciativas de ley tendientes a fomentar, según se dijo, la competencia dentro del país. Si no tiene inconveniente, revisemos, estimado lector, amable lectora, algunos datos.
En primer lugar, existen varias industrias que bien pudiéramos calificar de oligopolios, de hecho casi monopolios, dado el alto nivel de concentración que existe en ellas. El más importante de ellas es el de las telecomunicaciones. La privatización de la empresa estatal monopólica Telmex no generó más competencia. De hecho, desde su venta generó un poder de control con sólo poseer el 5 por ciento de las acciones el accionista mayoritario (¿adivina usted quién es?). La empresa actualmente controla 70 por ciento del mercado de telefonía y de hecho el Banco Mundial en el año 2007 había señalado que Telmex domina los mercados de larga distancia, telefonía local y celular. Sus márgenes de utilidad netos eran más del doble que los de su rival más cercano, y reflejaban las tarifas telefónicas significativamente mayores en México que en
otros países de América Latina, en especial en lo relacionado con los precios locales para empresas. Las tarifas para cuentas comerciales (incluyendo los costos de instalación, la renta mensual y las tarifas por minuto) eran más de tres veces superiores que las de Argentina y cuatro veces mayores que las de Brasil, y en el área de Tecnologías de la Información y Comunicación (las famosas TICs), los estados del sur estaban rezagándose con respecto al resto del país (Quintana Roo incluido).
Articulo relacionado con La Opinion.
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