El fin de semana El Periódico nos informó de algo que nos dejó, cuando menos, sorprendidos: Walmart habría sobornado a funcionarios mexicanos con hasta 24 millones de dólares “para ganar el dominio en el mercado mexicano”, según informó a su vez el diario estadounidense The New York Times. La estrategia de la empresa no era nueva pero no por ello menos efectiva: construir cientos de nuevas tiendas tan rápido que sus competidores no tuvieran tiempo de reaccionar.
Nos informó así mismo El Periódico que la indagación del diario neoyorkino encontró que los directivos de Walmart en Estados Unidos, al enterarse de estas malas prácticas, cerraron el caso, sin notificar ni a las autoridades estadounidenses ni a las mexicanas, y en cambio, el ejecutivo responsable de estos hechos (Eduardo Castro-Wright, entonces director de la empresa en México), fue promovido a vicepresidente de Walmart en 2008.
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