El problema de la economía informal afecta al país no sólo por sus costos sociales de empleo sin protección social, sino por la evasión fiscal que conlleva, por lo que es un gran lastre para la competitividad de México. Le resta competitividad pues los recursos que se dejan de captar podrían ser utilizados para generar o mejorar la infraestructura necesaria, o para aplicarlos a gastos sociales de impacto altamente productivo, tales como la educación o la salud. Pero por otro lado, existe otro problema y es que el consumidor mexicano se está acostumbrando a hacer compras en la economía informal; según algunas encuestas, 88 por ciento de la población consume productos ilegales ¿está usted, estimado lector, amable lectora, incluido en este 88 por ciento?
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